Como Centro de estudios marinos y en conjunto con la base naval de Puerto Cortés, la municipalidad de Omoa y voluntarios de la empresa Southwire Honduras sembramos 2,000 plantulas de mangle en la laguna de PAMUCH, la laguna que una vez fue un vibrante refugio natural perdió gran parte de sus manglares. Hoy, más que nunca, necesitamos sembrar mangle rojo (Rhizophora mangle) en sus orillas. Aquí te explicamos por qué:
El mangle rojo tolera altos niveles de salinidad entre 60 y 65 partes por mil (ppt), según Florida Museum of Natural History.
Protección costera eficaz
Las raíces del mangle amortiguan hasta un 99 % del impacto de las olas, actuando como barrera natural frente a tormentas, mareas y erosión costera
Mejora de la calidad del agua
El sistema radicular filtra eficientemente nitratos, fosfatos y otros contaminantes, evitando que lleguen a ecosistemas sensibles como arrecifes y praderas marinas
Captura de carbono ("blue carbon")
Aunque los manglares ocupan una fracción pequeña del litoral global, almacenan hasta 3–4 veces más carbono que los bosques tropicales terrestres, lo que contribuye a mitigar el cambio climático
Adaptaciones únicas al ambiente salino
Posee raíces aéreas (zancos) que lo estabilizan en suelos blandos e inestables, ideales para colonizar zonas intermareales
Filtra de forma efectiva la sal y puede excluir más del 90 % de la sal presente en el agua de mar
Alta supervivencia en condiciones dinámicas
Estudios muestran que los propágulos de mangle rojo tienen menores tasas de mortalidad en comparación con otras especies de mangle, haciéndolo ideal para reforestación
Impulso a la biodiversidad y economía local
Reforestar con Rhizophora mangle refuerza la pesca sostenible al brindar hábitat y criaderos a especies clave, y puede fomentar la participación comunitaria en restauración ambiental.
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